Esta es una de mis favoritas. Y sin embargo hay algunos detalles que no me acuerdo: si estábamos cenando o almorzando, si el menú era asado o pizzas, quienes estaban exactamente en mi casa ese día. Pero en fin..
Mamá Alicia estaba sentada en la punta de la mesa. A su izquierda, junto al calefactor (como siempre ha sido su costumbre), estaba Papá Mario; y quien les escribe, estaba a la derecha de Mamá Alicia.
Era una comida familiar de esas lindas, seguramente estaban mis tíos, y la Manchi bajo los pies de alguien pidiendo con ojos grandes, algún pedacito de algo para comer. No hacía falta la tele para divertirnos; la charla y el compartir la mesa ya alcanzaban.
Pero claro, en un momento ocurrió lo que le da sentido a esta historia.
Mamá Alicia probablemente se quiso reír mientras masticaba, o simplemente tragó mal, porque la cuestión fue que empezó a toser con fuerza. Con mucha fuerza. Sin embargo la charla y las risas seguían, convencidos todos que no era más que un episodio de los pequeños, normales y pasajeros seudo-ahogos de Mamá Alicia.
Mientras tanto, ella seguía tosiendo cada vez con más ahínco, ahora con un fuerte color rojo en los cachetes y con movimientos de manos, intentando llamar la atención de Papá Mario.
Pero Papá Mario, sólo la observaba, como si intentara descifrar su lenguaje corporal, incompresible para él.
La tos iba en aumento...hasta que hijo menor Mauro reaccionó, y le acercó un vaso con agua, con lo que finalmente el ahogo se vio resuelto..pero no así otras cosas.
-Pero Mario!!! ¡¿NO VES QUE TE ESTOY PIDIENDO AGUA?!
-Pero!..pero!...cómo querés que te entienda si no me decís nada?
Yo sigo esperando el libro :)
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