Subió la carne.
Durante la obra transitan madres nocivas, accidentados que se expresan con cante jondo, una jueza homofóbica que tiene que casar a dos hombres, un coya devenido en estrella y varios personajes más que abren un abánico multifacético y arrancan carcajadas en la platea.

"¿Puedo hacerlo? Claro que sí, claro que puedo!"

¡Qué lindo es reir hasta llorar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario