lunes, 27 de abril de 2009

Subió la carne.
Durante la obra transitan madres nocivas, accidentados que se expresan con cante jondo, una jueza homofóbica que tiene que casar a dos hombres, un coya devenido en estrella y varios personajes más que abren un abánico multifacético y arrancan carcajadas en la platea.
"Cantando el salmo "¡Alabaré!""

"¿Puedo hacerlo? Claro que sí, claro que puedo!"

"Mi..ma..má..me..mi..maa"

¡Qué lindo es reir hasta llorar!

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